El valor de un Agente de la Propiedad Inmobiliaria
Podemos comprar un piso por internet, como aquel que se compra un libro?
Vender o adquirir una propiedad, además de la importante repercusión económica y financiera que representa, conlleva una complejidad y unos requisitos de orden jurídico, técnico, fiscal y financiero que hacen aconsejadle y más seguro contratar los servicios de un profesional (API tradicional) y abonar unos honorarios (no son comisiones), a cambio de obtener tranquilidad, seguridad, y probablemente un mejor negocio.
Contratar una plataforma on line significa utilizar unos sistemas digitales, previamente configurados bajo unos estándares más o menos básicos, teniendo presente que el usuario toma decisiones en soledad y sin más seguridad que sus percepciones. Digamos que en este caso la figura del API es un robot que no mantiene nunca! – un contacto personal a lo largo del proceso de la compraventa. La plataforma on line se limita a poner un anuncio en Internet y dirigir los interesados en la compra del inmueble directamente al propietario de la vivienda que concierte y desarrolle la visita. Si se desea o se necesita algún tipo de servicio de asesoramiento extra, este siempre será on line y con un coste extra, sin el proceso de comunicación, empatía, personalización y agilidad que tiene la vía presencial.
Los dos modelos de negocio o de servicio pueden convivir perfectamente, faltaría !, simplemente corresponde al consumidor decidir si opta por un modelo low-cost (con servicios a la carta on line que al final pueden suponer un coste muy elevado), y que conlleva que toda la responsabilidad de la operación inmobiliaria recaiga sobre el consumidor porque es obvio que la plataforma on line no asumirá ninguna responsabilidad sobre la veracidad de la información del inmueble o sobre las condiciones de la venta o alquiler para que no prestan este servicio profesional; o bien opta por un modelo más tradicional y contrata los servicios de un agente de la propiedad inmobiliaria debidamente legalizado que le asesorará, mediará y lo acompañará de forma personalizada en todo el proceso de la compraventa asumiendo la total responsabilidad (ya que tiene la obligación de comprobar la situación jurídica de la finca y su documentación), a cambio de unos honorarios profesionales establecidos y pactados previamente.
Desde el colectivo de agentes de la propiedad inmobiliaria sí queremos denunciar la publicidad que utilizan estas plataformas con cierto tono depreciados sobre el resto de compañeros, lo que va en contra del código de ontológico que rige la profesión. En este sentido, desde la FADE (Federación de Asociaciones de Empresarios Inmobiliarios), se están estudiando posibles acciones legales por competencia desleal.
Sin duda uno de los principales retos de nuestro sector es evolucionar y adaptarse a los nuevos cambios de la era digital a un ritmo más rápido para mejorar en agilidad, fiabilidad y mayor capacidad comercial, incorporando en la gestión del día a día las nuevas tecnologías porque son necesarias, pero sin olvidar que solo pueden ser un recurso. Lo más importante, lo que realmente justifica la intervención de un agente de la propiedad inmobiliaria, es su valor añadido, que radica en el cuidado de las relaciones personales y las emociones que se generan en cualquier operación de este ámbito, ofreciendo un servicio con la máxima seguridad y garantías teniendo en cuenta las necesidades de quien lo ha contratado, llevando la mediación con el máximo rigor pero sobre todo cumpliendo sus expectativas y logrando así la excelencia de todo el proceso.